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¡Enemigos/as en nuestras propias filas!:

reflexiones sobre el activismo sexodiverso venezolano

Hamponatos beateros y estalinistas infiltran las izquierdas laicas y no heterosexistas cohesionadas por el proceso socialista bolivariano, buscando coartarlas y desactivarlas. Sus principales mandaderos/as son los/as líderes/as de nuestras propias organizaciones no gubernamentales. Por el lado oficialista se benefician de los Poderes Públicos ocupando cargos o gozando de apoyo y negociaciones especiales, y por ello van contra nosotros/as o hacen propuestas progresistas que luego se espichan fácil. Por el lado opositor manipulan nuestras causas para intentar derrocar al gobierno de Nicolás Maduro Moros y ven con beneplácito a usureros, especuladoras, acaparadores, latifundistas y demás artífices de la guerra económica interna, ganándose el odio del pueblo.

 

Por Chea Rodríguez*

desde Caracas, Dtto. Capital, Venezuela, para La Tecl@ Eñe

Delincuentes/as impunes son quienes nos obligan a escoger entre la hipocresía o la miseria y la muerte, destacándose quienes imponen al Estado “su” agenda religiosa antidemocrática inconstitucional; se consideran mejorsotes/as; califican de libertades de expresión y de culto a nuestra destrucción; se apropian acosantemente de espacios públicos; no dan cuenta de sus finanzas y logran que el Estado los capitalice; ponen en práctica refinadas alcabalas para alcanzar la salvación siempre y cuando el/la alcabaleado/a entregue su dinero y su voluntad sin chistar; adversan al Estado laico con imposiciones fanáticas supuestamente provenienes de dioses únicos de iglesias o sectas transnacionalizadas devaluadas por el odio, socias de las cúpulas neoliberales salvajes contrarias a las iniciativas y la justicia populares, a la soberanía, a los instrumentos jurídicos antidiscriminatorios por identidad y expresión de género y orientación sexual y propiciadores de la familiación igualitaria; ocupan cargos estatales y desde allí constituyen frentes contra de la sexodiversidad publicitados internáuticamente; hacen ver el asunto distorsionadamente como una suerte de enfrentamiento democrático entre minorías sociales (algo así como beateros/as versus sexodiversos/as) pese a que un hamponato beatero no es una minoría social y debe ser reprimido, y si eso no sucede es porque el Estado está fuertemente penetrado por él.

 

Dicho hamponato beatero marcha en Caracas el 04/08/15 hasta la Asamblea Nacional – parlamento – para impedir que se nos conceda familiarnos/as, aupado por el Levítico 20:13 de su Biblia malhechora: "Si alguno se acuesta con varón como los que se acuestan con mujer, los dos han cometido abominación; ciertamente han de morir. Su culpa de sangre sea sobre ellos" (esto lo extiende a los gais, las lesbianas y los bisexuales, y también a los/as transgenos/as, contando entre otros con los avales del Ku Kux Klan investigado actualmente en el condado de Newton, Atlanta, Georgia, EEUU, y del  obispo católico romano de Suiza Vitus Huonder, juzgado en ese país europeo.

 

El hamponato aludido plaga las universidades en el área del derecho, infiltra el Poder Judicial así como las consultorías jurídicas y otros importantes cargos de los poderes públicos en general, de los partidos políticos más influyentes en derechas e izquierdas (como el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela – Psuv –, y la coalición de organizaciones oficialistas – Polo Patriótico –) y de los medios de comunicación social.

 

BEATEROS/AS Y ESTALINISTAS ALIADOS/AS

 

Se le suman otros/as forajidos/as quienes forman parte de la heterogeneidad del proceso socialista bolivariano pero evaden y perjudican su cohesión y deben ser expurgados/as. Este hamponato agregado presume de aconfesional pero sigue a Iosiv Stalin y a aquella Unión Soviética totalitaria que eliminó toda disidencia a su (in) moralidad y (anti) eticidad sexual burguesa y fuertemente beatera (sin resolver nunca esta aparente contradicción), barnizándose con un lenguaje técnico híbrido hurtado a Karl Marx y a Vladimir Lenin; pretende ser la inteligentzia que conduce al país verticalmente de acuerdo con sus prejuicios; logra cierto apoyo de jerarcas minoritarios en las Fuerzas Armadas Nacionales que azuzan guerras armamentísticas fracasadas a priori con Estados Unidos y sus aliados europeos (en lugar de estrategias diplomáticas certeras e integracionistas internacionales como las de estos 15 años de chavismo), aupan una resolución que permite a los/as militares/as portar armas en manifestaciones públicas pese a la prohibición del Artículo 68 de la carta magna, y confunden machismo con disciplina militar.

 

En fin, el hamponato estalinista está en contra del gobierno de Nicolás Maduro Moros desde dentro (por considerarlo no radical y por tanto traidor, por no darle mayor dominio en lo público a sus sectarismos violentos), y aspira, entre otros matices trágicos, traer a Venezuela leyes como las de Rusia hoy: que denominan propaganda negativa a nuestra sexodiversidad, nos quitan a nuestros hijos/as y familias, nos encarcelan, y son complacientes con hordas fanáticas que nos linchan.

 

ACTIVISTAS ROJOS/AS IMPLOSIONANTES/AS

 

Sin embargo, los hamponatos referidos no son la principal preocupación de los/as  sexodisidentes/as (disidentes del heterosexismo antisocial de pequeños grupos bandoleros que mantienen secuestrado al Estado venezolano).

Los/as líderes/as de nuestras organizaciones no gubernamentales por el lado socialista bolivariano se benefician de los Poderes Públicos ocupando cargos o gozando de apoyo y negociaciones especiales, y así siguen líneas que, o bien van contra nosotros/as descaradamente, o bien inflan propuestas progresistas que se espichan fácilmente. Estos grupos rojitos (oficialistas), están divididos en dos corrientes.

 

Una corriente (retrógada a mi criterio) está formada por los/as primeros/as activistas y organizaciones surgidos/as en las izquierdas; domina la conocida marcha anual del orgullo en junio; considera que declarar un día nacional contra las fobias por sexualidades es un asunto burgués desestabilizador político, solicitando con éxito en mayo 2015 que la Asamblea Nacional lo descartara pese al compromiso adquirido mediáticamente; se opone al matrimonio sexodiverso por burgués (pero sólo al sexodiverso, al matrimonio tradicional jamás lo objetó); apoya un supuesto proyecto de ley de uniones de hecho sexodiversas que nunca muestra; no tiene ninguna propuesta conocida concreta frente a transgéneras/os (es fóbica en este sentido, no reconoce las teorías de género y asume a “los/as trans” como si fuésemos gais y lesbianas, respectivamente, negando que lo sicosocial pre-condiciona lo biológico); no se sumó al llamado del presidente Maduro para elegir candidatos/as a diputados/as nuestros/as para las elecciones de Diciembre 2015 a la Asamblea Nacional.

 

Otra corriente (retráctil a mi parecer) aglutina más grupos pero sus actuaciones las deciden dos activistas ligados a parlamentarios/as moderados/as sin interés en nuestros asuntos; solicita la declaratoria parlamentaria de un día nacional contra las fobias por sexualidades que fue cancelada a última hora sin reacción contundente de su parte; presenta un proyecto de Ley de Matrimonio Civil Igualitario en enero 2014 pero no prepara diputados/as que lo encausen y activen su discusión parlamentaria; escandaliza sobre supuestas malversaciones de fondos en la marcha del orgullo, cuya investigación nunca solicita con seriedad; más allá del cambio de nombre en la lucha personal de una de sus voceras, subestima e invisibiliza la transgenidad (transgeneridad) asumiéndola como una suerte de gaiscismo afeminado y travestista (son transgenofóbicos/as); elige candidaturas sexodiversas a diputados/as sin contar con el Poder Electoral y sin valoración por el Polo Patriótico.

 

Ambas corrientes guardan silencio cómplice sobre la modificación en nuestra contra de la Ley Programa de la Patria (Segundo Plan Socialista para la Gestión Bolivariana 2013-2019), tras la muerte de Hugo Chávez Frías, quien la elaboró.

El Gran Objetivo Histórico II.3.1 que nos señalaba como nueva instancia de participación del poder popular y la democracia socialista en el modelo económico productivo, la prevención y la protección social, fue eliminado.

 

El Objetivo Nacional II.3.4.3 que nos pretendía como parte del nuevo andamiaje social que reconociera la dignidad del ser humano, afianzándonos políticas especiales por nuestro mayor nivel de vulnerabilidad, fue renumerado como II.2.4.4 y cambiado: ahora sólo obliga a “promover el debate y reflexión de los derechos de la comunidad sexo-diversa”.

 

El Gran Objetivo Histórico V.3.3.2 que demandaba estrategias de resistencia y liberación que nos libraran del embate de las culturas dominantes y nuestra relegación a un papel secundario y a formas explícitas de violencia, fue renumerado como V.3.3.3 y se le suprimió nuestro protagonismo en la conducción de tales estrategias.

 

Es menester resaltar que las prohibiciones socialistas bolivarianas de execración por identidad y expresión de género y por orientación sexual logradas en la Ley de Instituciones del Sector Bancario (Artículo 173.6), la Ley Orgánica del Poder Popular (Artículo 4), la Ley para la Regularización y Control de los Arrendamientos de Vivienda (Artículo 5.8) o en la Resolución 286 del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia que contiene las Normas relativas a los derechos de las mujeres, a la igualdad y equidad de género en los cuerpos de Policía Nacional Bolivariana y demás cuerpos de policía estadales y municipales (2° Considerando y artículos 3.1, 3.2, 4 y 19), debemos agradecérselas a grupos feministas solidarios con nuestras causas y no a nuestros activismos rojitos directos, quedándose sólo en el papel – sin trascender – por la alcahuetería de tales organizaciones.

 

OPOSICIONISTAS BUSCAN SÓLO PRIVILEGIOS

 

Los/as líderes/as de nuestras organizaciones no gubernamentales por el lado opositor manipulan nuestras causas para intentar derrocar al gobierno de Maduro, financiados desde el exterior, y ven con beneplácito a usureros, especuladoras, acaparadores, latifundistas y demás mafiosos/as de la guerra económica interna, ganándose el odio del pueblo.

 

Igualmente, subordinan la sexodiversidad a grandes intereses transnacionales de explotación comercial, puesto que para ellos/as sólo cuentan quienes pertenecen a estratos sociales consumidores en bares, discotecas, saunas, paquetes turísticos especializados, entre otros mercados (su lucha persigue un restringido privilegio económico, diferenciándose notablemente de quienes defendemos que sexodisentir sea garantía igualitaria para todo/a ciudadano/a que lo requiera y/o lo comprenda: un verdadero derecho colectivo).

 

Los/as activistas opositores/as venezolanos/as son liderados por la transgena Tamara Adrián (mujer transgénero – como yo – que además cambió su genitalidad quirúrgicamente, es decir, se transexualizó, y que se asume adicionalmente como lesbiana), importantísima ficha del partido ultraderechista y pro golpista Voluntad Popular en lo intelectual y jurídico, con proyección mediática. Ella, sirviéndose del Art.146 de la Ley Orgánica del Registro Civil (elaborada por el proceso socialista bolivariano) y de una serie de sentencias judiciales anteriores a 1999, logró ser reconocida como mujer electoralmente y postularse como candidata a diputada en las parlamentarias de diciembre 2015, gracias a la tenacidad de la Mesa de la Unidad Democrática (coalición opositora) sobre sus hamponatos acólitos beateros y estalinistas referidos (infiltrados en lo público), que nunca antes lo permitieron a ninguna transgena.

 

Adrián declaró al diario La Verdad (Maracaibo, Zulia, Venezuela) el 17/08/2015, que "el psuvismo […es] un movimiento militarista al cual se sobrepone un movimiento evangélico y otro movimiento que […]todavía piensa que la Unión Soviética no ha terminado ".

 

Sus comentarios se parecen a los míos, pero aclararé nuestras discrepancias cruciales. Primero, un grupo militarista abusador dentro del socialismo bolivariano no representa a todo el proceso de izquierdas nuestro ni a todas las Fuerzas Armadas Nacionales.

 

Segundo, no es un movimiento evangélico el que se impone en Venezuela, sino un movimiento cristianoide fanático. Es curioso que Adrián encubra al Opus Dei, los Legionarios de Cristo, los lasallistas, los salesianos, los ultraortodoxos y los ultramaronitas – todos católicos extremos con adeptos/as e influencia en Venezuela –, así como  a los ultrajudaicos y ultraislamistas (y también a los/as políticos/as socialcristianos alemanes que presuntamente le financian). Sobre todo es peculiar que Adrián enlode a todos los/as evangélicos/as cuando realmente el problema son las iglesias y sectas extremas dirigidas desde Estados Unidos y ligadas al Partido Republicano. ¿Son ciertos los rumores de que Adrián es supernumeraria del Opus Dei o sólo se trata de un comportamiento mimético?

 

Aclaratoria 1: El Levítico 20:13 no lo escribió Maduro y quienes hoy lo impulsan son las derechas del orbe y sus instrumentos y estrategias que declaran a unos ciudadanos/as peores/as que otros/as para poderlos/as subordinar a sus intereses y explotarlos/as.

 

Aclaratoria 2: El apostol Pablo tras negarnos el cielo no sufragó por Maduro.

 

Tercero, el hamponato estalinista, que aparte de delinquir contra los/as sexodiversos/as intenta implosionar a Maduro desde dentro aliándose con la ultraderecha, es más compiche (amigo íntimo de picardías) de Adrián y sus intereses que del socialismo bolivariano.

 

SEXORRUINDAD TRÁGICA POTENCIADA

 

Así como un enorme volumen de sexodisidentes venezolanos/as no votaremos por candidatos rojitos provenientes de los hamponatos aludidos (quienes ahora piden unión revistiéndose hipócritamente con el discurso de Chávez) tampoco lo haremos por Adrián, quien de sus casi 60 años pasó tres cuartas partes en bajo perfil, sin asumirse, desempeñándose como poderosa abogada comercial transnacional (el área más lucrativa del derecho mundial) y profesora universitaria de élites jurídicas derechistas (justamente en instituciones sospechosas de estar controladas por el Opus Dei), y sólo en los últimos 15 años (justo el período socialista bolivariano) es que “lucha” por nuestros derechos desde la presidencia que ocupa en cuatro organizaciones no gubernamentales sexodiversas internacionales recontra mediáticas y muy afectas a respaldarla para tergiversarnos y usarnos en el intento de derrocamiento continuado al gobierno venezolano, hablando en nuestro nombre sin someterse localmente a una elección democrática para este fin.

 

Así, lamentablemente lo trágico se potencia en el futuro sexodiverso sin activismos nuevos verdaderamente comprometidos con nuestras causas. Los hamponatos beatero y estalinista no descansan, ni el Papa Francisco y sus extremistas católicos/as, incluido el socialcristiano presidente ecuatoriano Rafael Correa, ni el Partido Republicano estadounidense y sus iglesias y sectas fanáticas evangélicas, ni el gobierno sexodiversofóbico ruso influyente en Venezuela, entre otros/as.

 

Caracas, Venezuela, 20 de agosto de 2015

 

 

*Profesora del Programa de Formación de Grado en Estudios Jurídicos de la Universidad Bolivariana de Venezuela; activista sexodisidente; cantautora e instructora de danza experimental.

 

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