Estamos asistiendo a un fin de ciclo. Pero no como intentaron instalar obsesivamente  los deseos imaginarios del establishment, sino como el último trazo de un círculo virtuoso. Una docena de años plagados de aciertos políticos, afirmaciones sociales y avances culturales.

Nosotros, los que adherimos con más o menos intensidad, con mayor o menos sentido crítico a los tres períodos de gobiernos kirchnerista, tenemos la tarea en los cuatro años venideros de sostener todas las conquistas. Todas. Esa es la Batalla Cultural que se viene. Porque el Poder Real (por citar una categoría propia de argot  kirchnerista) está desorientado, confundido, pero aún posee los resortes suficientes como para trasladar ésa confusión a la sociedad y volver a pescar en mar revuelto.

 

Afirmemos pues lo logrado, que por obvio que nos parezca todavía no es blasón definitiva.

 

Si, como dijo alguna vez Arturo Jauretche, “las Batallas se ganan con los nuevos”, entreguémosles pues las Casus belli para que las nuevas generaciones avancen y profundicen.

 

Un aporte mínimo, indispensable y final, para sentirnos definitivamente orgullosos de haber ayudado a transformar un país, nuestro país, tan complejo y proclive a la desmemoria.

 

La hermenéutica no es solo para explicar los Textos Sagrados o Filosóficos, es también un recurso al alcance de todos aquellos que hemos crecido bajo el influjo de la mitología colonialista, cuyas “verdades” (hoy lo sabemos) eran meros intereses creados. Y esto, por suerte, está hoy emplazado en el inconsciente colectivo.

 

Ése es entonces el verdadero fin de ciclo, la etapa en la que se configuran proyectos, ideas y realizaciones en estamentos  irrevocables. Porque las conquistas como la Ley de Medios, el Matrimonio Igualitario, la estatización de las jubilaciones, la recuperación de empresas estratégicas, el desendeudamiento, el No al ALCA o la creación de UNASUR –que tuvo a esta Argentina a la  cabeza de la integración latinoamericana- son derivaciones de un núcleo duro.

 

He aquí nuestros Diez Mandamientos, no ordenados de acuerdo a su importancia sino como un básico ejercicio que seguramente puede modificarse y extenderse:

  

1.  La Batalla es Cultural: Tomados ambos conceptos en sus más amplios sentidos, se instalaron nuevos tópicos en el imaginario social,  y a su vez  recuperado temas liminares para el debate.

2. Los Medios no son Independientes: Hasta el 2001 el periodismo se había constituido en el sector más creíble. Luego se creyeron la cantinela del 4to Poder, y hoy forman parte del cuestionamiento y la disputa.  

3. Somos Latinoamericanos: Nuestra identidad no está solo conformada por quienes “bajaron de los barcos”, sino que en la variada corriente sanguínea que recorre nuestro ser figura buena parte de los pueblos pre-colombinos. Se aprovechó al máximo esta resignificación de la conciencia histórica.

4. La Tierra y el Aire son nuestros: Bajo el lema “Reestatizar es Recuperar” ya nadie duda qué significa ser un país soberano. Hay quienes evalúan el hecho de otro modo, claro, pero no es a ellos a quienes van dirigidas estas líneas.  

5. La economía en manos de la política: Los Tecnócratas son hoy un triste pasado. Reemplazados por Especialistas en Economía, solo serán aceptados en la medida que sus discursos sean comprendidos. Ya nadie duda que detrás de cada conflicto hay un sector poderoso y voces que los sostienen.

6. Lo importante es el Modelo: Salvo en la primera etapa del primer gobierno peronista, nunca ha quedado tan expuesto el forcejeo por imponer Modelos de país. Así, Industrialista Vs Agro-exportador  / Inclusivo Vs Expulsivo / Autoestima Vs Egocentrismo (en el sentido de depender de la mirada extranjera) son el trasfondo de cualquier porfía política que se plantee.

7. Se puede crecer sin endeudarse: Se ha desterrado, para siempre y para el mundo (digámoslo) aquella cruel sentencia de equiparar a la Deuda Externa en una especie de Deuda Eterna, y al FMI como un Ente inevitable. Formar parte del mundo capitalista, como no, pero con dignidad y defendiendo nuestros intereses.

8. Comprometerse dignifica: Se ha revalorizado tanto el concepto, algo esquivo históricamente, de Compromiso Social, que la Militancia en defensa de una causa, una idea o un principio (colectivo o sectorial) es reconocido y hasta destacado. 

9.  Arte, Pensamiento y Ciencia involucrados: Otrora Entes “Asépticos”,  libres de los gérmenes de la realidad, artistas, intelectuales y científicos proponen iniciativas y participan hoy activamente del debate. Manifiestan además sus posiciones (inmensamente a favor del gobierno) como jamás antes ocurrió.  

10. La Patria es el otro: Expropiada, pisoteada, desvirtuada, la noción de Patria ha recuperado su sitial. La frase (Cristinista si las hay) sugiere, además del valor solidario implícito, la importancia de recuperar  símbolos (Fechas, Banderas, Escarapelas, Himnos) que poseen una fuerza unificadora  fenomenal. En esta suerte de Largo Adiós, las emocionadas multitudes lo expresan claramente.     

 

Sin conclusiones

 

El lector de La Tecl@ Eñe sabe que lo antedicho es cierto. No apunta esta nota a señalarles nada, sino a convocarlos. Serán seis meses los próximos de permanente juego sucio, de mentiras y operaciones mediáticas, que a veces (cuando no son grotescas) son tan elaboradas que logran en un primer momento inquietarnos. Como no somos Vivos sino Avivados, diría Don Arturo, nos cabe una obra. La misma que seguramente venimos realizando a lo largo de estos hermosos, desparejos, irrepetibles 12 años.   

 

*Periodista, Escritor y Docente.

Autor del libro “Sin Renunciamientos” - El cine según Leonardo Favio-

hugobiondi@hotmail.com.ar​