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Niñez, juventud y saber compartido

La pedagogía crítica que propone la educación como un ejercicio dialéctico sostenido en el aprender a aprender, y el aprender a pensar, lleva en sí la necesidad de un mejoramiento social progresivo que permita a la niñez y la juventud desarrollar al máximo sus potencialidades. Si la posmodernidad líquida y fluida apunta a formar jóvenes sincrónicos acordes al sistema de consumo, las actividades referenciadas en esta nota plantean un pasaje de la dependencia a la autonomía, de la pasividad a la acción protagónica, de la rivalidad a la cooperación.

 

Por Ronaldo Wright*

(para La Tecl@ Eñe)                                                                                                    

Continuando con el propósito de destacar aquellos aspectos que hacen a un mayor  desarrollo de nuestros niños y adolescentes en su condición de sujetos activos y plenos de derechos, se señalan a continuación algunas actividades que entendemos son muy positivas y de gran evolución en tal sentido. Nos referimos a una juventud cada vez más consustanciada con la comunidad en la que vive, apostando en favor del proceso democrático vigente desde hace más de tres décadas y promoviendo proyectos encaminados al bienestar de la sociedad; muchas veces colaborando para solucionar los problemas de los más necesitados y de quienes menos tienen.  

 

El plan Decir es Poder reúne a jóvenes que se recibieron o son estudiantes avanzados, con la idea de erradicar el analfabetismo en la Villa 21 y que sean los mismos pibes del barrio —que tuvieron la oportunidad de concurrir a la escuela— los protagonistas de esta tarea. Son ellos quienes ahora enseñan a los adultos del lugar que nunca contaron con la posibilidad de aprender a leer y escribir. La propuesta tiende a poner la mirada en una escuela pública que trascienda sus propios muros y que se constituya en un desafío para los educadores, en la construcción de instituciones populares que puedan ir transformando la realidad de los sectores más  humildes y carenciados.

 

Hace poco, unos dos mil alumnos de escuelas públicas se dieron cita en Parque Norte provenientes de veintidós provincias que participaron del proyecto de radios. Varios centros educativos tienen hoy sus propias emisoras y transmiten para sus respectivas comunidades, ofreciendo no sólo un servicio a la sociedad sino que incluso funcionan como un instrumento de inserción social y de formación de jóvenes. En el Tercer Encuentro Nacional de Radios Escolares los pibes compartieron diversas herramientas para seguir creciendo y profesionalizar sus prácticas radiales. Es otra forma de ir adueñándose de la palabra y de hacer más plural las voces que circulan.

 

El pasado mes de julio un grupo de alumnos de sexto grado —en representación de las escuelas de todo el país— se reunió en el recinto de la Cámara de Diputados de la Nación a los fines de sesionar sobre temas tales como la educación, la comunicación y la ecología. Ello sucedió en el marco del XXV Parlamento Nacional Infantil, organizado por Fundal – Fundación Latinoamericana - y por las autoridades de dicha cámara baja. Durante el curso del año elaboraron un anteproyecto y fueron ellos mismos los que eligieron a quienes los representaron, contando esta actividad con el apoyo tanto de Unicef Argentina como de la Organización de las Naciones Unidas.

 

Estos son tres ejemplos de los muchos que hoy se pueden citar atinentes a una educación inmersa en la aventura del saber compartido. Es una estrategia destinada a comunicar conocimientos y a desarrollar e innovar actitudes, en pos de un proceso de transformación y de conciencia crítica. La ley de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes propicia un derecho a la educación que los prepare para el ejercicio de la ciudadanía y para la convivencia democrática, respetando su libertad de creación y el desarrollo de sus competencias individuales, fortaleciendo los valores de solidaridad, tolerancia e identidad cultural.  

 

En tal praxis común cada chico y cada joven van rescatando su propio entendimiento con la experiencia y el saber de los demás, rompiendo de ese modo con la disociación jerárquica de alguien que supuestamente conoce y enseña a otro que ignora y se instruye. El aprender a aprender, y el aprender a pensar, implican el cambio de un razonamiento  lineal y lógico-formal a un reflexionar más dialéctico. Se plantea un pasaje de la dependencia a la autonomía, de la pasividad a la acción protagónica, de la rivalidad a la cooperación. Transformar y transformarse como una herramienta de la liberación y como un instrumento de modificación de la realidad.

 

Esta pedagogía crítica lleva en sí la necesidad de un mejoramiento social progresivo que permita a la niñez y la juventud desarrollar al máximo sus potencialidades. Si la posmodernidad líquida y fluida apunta a formar jóvenes sincrónicos —que vivan sin objetivos trascendentes y sin ideales propios— las actividades aquí referenciadas van en procura  de constituir una oportunidad de tomar conciencia de la libertad de actuar de otro modo en la vida. Una educación que, a través del acceso al saber para todos, vaya construyendo ciudadanos y no meros sujetos consumidores. Esto además hace a la comprensión de la íntima relación entre el discernimiento y el poder.

 

Para concluir, del 1º al 4 de septiembre se realizará, en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata,  el I Congreso de Comunicación Popular y el II Congreso de Comunicación/Ciencias Sociales desde América Latina. Ahí se debatirá sobre los desafíos en el campo de la producción de conocimiento, uno de los núcleos esenciales para entender mejor la Aldea Global que habitamos. Muchos jóvenes asistirán a estas jornadas, cuyo fin es priorizar tanto el diálogo como la producción del saber conjunto. Vaya desde aquí el deseo de lo mejor para estos encuentros y que la apuesta sea a favor de los actores del futuro.

 

 

Buenos Aires 27 de agosto de 2015

 

*Psicólogo Social - Abogado - Docente - Escritor                                                                                                                                                                                                       

Contacto: www.ronaldowright.com

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